Gárgola




Grotescamente custodio el onírico recinto
que subyace bajo mis garras.
Mueca pétrea desafía los embates malignos que sitian
dantescamente mis dominios.
Corazón de Gárgola palpita bajo la dermis que se
rehúsa a exiliar la esperanza
y el libre albedrío.
Roca impura, quebradiza, calcificación
sin consistencia, negada a perecer.


Brazos agrios combatiendo la violación
de los sentidos,
inmolada condición humana bajo seudo mármol
destinada a la génesis del terror-defensa.


Batalla perdida… antes de luchar.

Hiedra Trepadora



Te arrancaré de mí en jirones de alma
Vaciando el humor que circula en mis venas,
Transfundiendo la hiel de la infesta sangre
Que parasitando me encadena a ti.

Como venenosa hiedra trepaste en mi cuerpo
Echando raíces al pecho adheriste,
Neurálgico punto: calaste muy hondo,
cual zombi viviente tus pasos seguí.

En satánico rito la mente alienaste
Sesgada sin rumbo, sin norte - sin sur
Quebrando el destino vestí gris tristeza
Maquillando la mueca de inocencia feliz.

De agua bendita rociaré mi cuerpo: el tuyo
Para exorcizarlo de tu voluntad,
Flagelaré el huésped que succiona la esencia
la misma que un día muté para ti.
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